jueves, 17 de septiembre de 2015

SEMANA V



METAMORFISMO

Es un proceso isoquímico (es decir, que la composición química global de la roca permanece básicamente invariable) en el que se produce una reorganización de la composición y disposición de los minerales (generalmente se disponen en capas) que conforman una roca por la acción de elevadas presiones y/o temperaturas, pero en estado sólido.

Entre los factores que afectan el metamorfismo están:

•La estructura (fábrica) y composición de la roca original.
•La presión y la temperatura en la que evoluciona el sistema.
•La presencia de fluidos.
•El tiempo. 



ROCAS METAMÓRFICAS


 Las rocas metamórficas son las que se forman a partir de
otras rocas mediante un proceso llamado metamorfismo.
rocas ígneas, rocas sedimentarias u otras rocas
metamórficas, cuando éstas queda alrededor de 1.500 bar),
altas temperaturas (entre 150 y 200 °C) o a un fluido activo
que provoca cambios en la composición de la roca,
aportando nuevas sustancias a ésta. Al precursor de una
roca metamórfica se le llama protolito.

Las rocas metamórficas se clasifican según sus propiedades
físico-químicas. Los factores que definen las rocas
metamórficas son dos: los minerales que las forman y las
texturas que presentan dichas rocas. Las texturas son de
dos tipos, foliadas y no foliada.


Textura foliada: Algunas de ellas son la pizarra (al
romperse se obtienen láminas), el esquisto (se rompe con
facilidad) y el gneis (formado por minerales claros y
oscuros).





Textura no foliada: Algunas de ellas son el mármol
(aspecto cristalino y se forman por metamorfismo de
calizas y dolomías), la cuarcita (es blanca pero puede
cambiar por las impurezas), la serpentinita (que al
transformarse origina el asbesto) y la cancagua. 




FORMACIÓN DE ROCAS METAMÓRFICAS 

El metamorfismo implica la transformación de la
composición de un material, sin que se produzca un
cambio de estado. El proceso se produce cuando el
material en cuestión se enfrenta a condiciones de presión
o de temperatura diferentes de aquellas que permitieron
su desarrollo. El metamorfismo también puede
desencadenarse por la inyección de un fluido.
Una roca, cuando se modifican estas condiciones, pierde
su equilibrio termodinámico. De este modo, buscará
aprovechar la energía para realizar una evolución que le
permita recuperar el equilibrio en las nuevas condiciones.
La roca resultante de este proceso recibirá la calificación
de roca metamórfica.


AGENTES DE METAMORFISMO 

Los agentes que intervienen en el metamorfismo son:

El calor puede proceder del contacto con un magma en
migración, de la fricción entre placas tectónicas o del peso
asociado a un enterramiento profundo, el cual produce
compactación por recristalización que disipa energía en
forma de calor.

La presión puede ser vertical y derivar del enterramiento,
o tener otra dirección y deberse a la convergencia de
placas o a la acción de fallas.

Los fluidos circulantes derivan de la diferenciación de
magmas ascendentes, o son disoluciones acuosas
alimentadas desde la superficie pero calentadas en
regiones profundas. Aunque la composición se basa en el
agua, sustancias disueltas en ella pueden desempeñar un
papel fundamental en la transformación química de las
rocas.


TIPOS DE METAMORFISMO 

Metamorfismo térmico, o de contacto:
Se produce por el calor que desprende el magma,
transformando las rocas adyacentes, pero sin llegar a
fundirlas.


Metamorfismo dinámico, o estructural:
En zonas de fallas producidas por los movimientos de la
corteza terrestre las presiones que sufren las rocas son
muy altas. Estas elevadas presiones son las responsables
de la formación de nuevas rocas.


Metamorfismo regional, o termodinámico:
A grandes profundidades, la temperatura y la presión son
muy elevadas. Estas condiciones se dan también  en las
zonas donde se forman las montañas (zonas orogénicas).
La combinación de altas presiones y elevadas
temperaturas origina la formación de nuevas rocas.


VÍDEOS :





No hay comentarios.:

Publicar un comentario